La primera destilación se realiza en alambiques de cobre, utilizando presión de vapor y bagazo de agave. El cobre, al ser un material poroso y selectivo, intensifica las notas dulces, frutales, del agave cocido y de nuestra tierra.
En la segunda destilación, el producto ordinario de la primera se concentra y se convierte en tequila, bajo la cuidadosa supervisión de nuestro maestro destilador, Carlos Huizar. Él guía la elegante transformación final de Laelia, dando como resultado un tequila limpio, suave y cristalino, en el que abundan las notas de agave cocido y minerales.